La historia cuenta que un adolescente Leonel Méndez, cuando vivía en su natal Iquique, le pidió una vez un autógrafo al entonces basquetbolista estadounidense Carlton Johnson.
El técnico del CEB formaba parte de un conglomerado de jugadores extranjeros que reforzaba a los equipos de las pesqueras de la ciudad nortina en un torneo que se disputaba en el verano.
"Los veía enormes a estos jugadores que competían en la Dimayor y era todo un espectáculo para la vista", cuenta el entrenador de Los Pumas, recordando la primera vez que vio jugar al espigado jugador de 2.04 metros.
Eran otros tiempos y ambos, ahora, entrenan en la capital regional en los equipos puertomontinos y que esperan derrotar a sus rivales de play off, para un posible cruce en la final de la Conferencia Sur de la Segunda División de la Liga Nacional.
El versus como técnicos
Existe respeto y cariño entre ambos; se conocen de sobra e incluso CJ comenta que se volvieron a reencontrar en 1996 en Osorno, cuando asumió un interinato y el Leo, con 19 años, llegaba desde Iquique para jugar por el cuadro del Rahue. "Fue una buena temporada para mí, pero al final lamentablemente me despidieron", revela entre risas.
Puerto Montt los volvió a reunir 22 años después; pero hoy como técnicos rivales, aunque cada uno está esperanzado en saltar la última valla para pelear por el cupo a la ansiada Primera División.
Para Johnson, le resultó toda una sorpresa que los Pumas hayan terminado en segundo lugar de la temporada regular. "Estaba confiado en que ellos no serían rivales y que con el equipo que teníamos podíamos subir de forma rápida a la Primera División, que íbamos a arrasar con todo el mundo y que los Pumas intentarían armar un equipo para participar, pero al final se transformaron en la gran sorpresa de la Liga B e incluso perdimos con ellos en el único encuentro de la temporada, pero esto nos sirvió y fue un golpe al orgullo", apuntó.
Indicó que la postemporada resulta ser una prueba de fuego. De repente, los planteles pueden estar en lo más alto y se desinflan, por razones mentales o físicas. El que muere, muere, pero nuestro deseo es jugarnos la vida para llegar a la Primera División", comenta.
En tanto que para el Leo Méndez, la relación con CJ va mucho más allá que en un cancha de básquetbol. "Somos muy cercanos, conozco a su familia. A mí cuando me llamaron a los Pumas, el grupo estaba conformado; me dieron la oportunidad de dirigir y hasta el momento nos ha ido bien, a pesar de algunos obstáculos, con muy poco descanso, porque la clave es trabajar y trabajar para lograr los objetivos. Vamos a pelear la posibilidad de ascender a la Primera División. Al CEB lo teníamos como parámetro y nos tocó jugar con ellos en la última fecha de cada rueda, fuimos mejorando día a día y obtuvimos el récord como visitantes", agregó.
Reiteró que los Pumas van a pelear hasta el final esta candidatura y tiene de salir campeón y si no resulta, el 2019, "nos plantearemos el mismo objetivo como club", afirmó.
Acerca de la rivalidad que se está viviendo en lo deportivo, para Johnson significa crecimiento, dado que para la ciudad sería espectacular que incluso hubiera más clubes, más competencia y espacio para los niños y jóvenes. "Lo encuentro positivo, porque es un aliciente para que tanto técnicos como entrenadores mejores sus experiencia", analizó.
Sobre un posible duelo final entre ambos, adelantó que será un encuentro difícil. "Conozco al Leo, nos gusta más el juego de defensa. Un partido final ante los Pumas, será ganador el que defienda mejor y va a lograr el campeonato", vaticinó.
Para el Leo Méndez, lo importante será sortear al rival, pero "creo que en esta hipotética final, el gran vencedor será Puerto Montt".
Fuente: Diario El LLanquihue
Publicar un comentario