“Me siento más que bendecido de estar en el camino en el que estoy y espero seguir creciendo y desarrollándome en todo ámbito”, comentó el joven deportista, que cumplió 20 años en abril pasado. Pérez emigró en 2017 a Estados Unidos (EEUU) para jugar por Miami Christian School. “Sabía que en Chile iba a llegar hasta un cierto nivel y que no iba a poder seguir creciendo. Si tenía la posibilidad de irme, la iba a tomar, porque quiero seguir desarrollándome”, explicó el talquino, que es hijo del ex seleccionado nacional Cristian Pérez.
Tras su primer año en Norteamérica, a mediados de 2018 se fue a Barry University, donde se encuentra estudiando psicología deportiva gracias a una beca. “Me gustaría terminar mi carrera profesional y poder jugar en Europa, siempre ha sido un sueño.
No lo veo muy lejano, sé que tengo las capacidades, pero lo tomo todo con tiempo y hay que ver cómo se dan las cosas”, expresó el talquino de 1,96 metros de estatura. Pérez, que admira a los argentinos Nicolás Laprovittola y Gabriel Deck, contó que actualmente está jugando como ayuda base y que existe una gran diferencia entre EEUU y Chile. “Allá es otra cultura. La infraestructura y el amor que le tienen a todos los deportes que practican. Sea cross country, fútbol americano, béisbol, tenis, soccer, se lo toman bien en serio y quieren ganar”, afirmó.
TEMPORADA
-¿Cómo fue tu temporada con Barry University?
“En un comienzo fue bastante difícil. Sabía que al principio mis minutos no iban a ser muchos o que tal vez no tendría, pero a medida que siguió la temporada, que avanzaron los entrenamientos y que algunos compañeros se lesionaron, pude tener varios minutos de calidad y responder de buena manera, tanto así que en los últimos partidos llegué a ser protagonista en algunos de los encuentros, así que fue positivo todo lo que aprendí el primer año”.
-¿Notaste el cambio desde Miami Christian School a Barry University? “Pensé que iba a ser más notorio, pero no. Lo que pasa es que el entrenador que tuve en Miami Christian School, Juan Cardona (puertorriqueño), fue pilar fundamental de mi vida. Me cambió muchas cosas, maduré mucho con él y me hizo ver las cosas diferentes. ‘Pilín’ (el cubano Arturo Álvarez) y Juan son como los mentores míos, me ayudaron a ver que yo podía dar ese salto de calidad y que el cambio va en uno mismo”. -
¿Cuesta mucho para alguien que viene de Sudamérica?
“Sí. Más que nada, me costó un poco por el inglés, porque no lo manejaba tanto. Era mi segundo año, pero en el primero no lo necesitaba mucho porque mis compañeros eran más latinos. En el segundo tuve que ocuparlo más, hacerme afinidades y tratar de hablar más en inglés, entonces fue difícil”. -
¿Cómo fue tu relación al interior del camarín?
“Buena. Tenía compañeros de Puerto Rico, Inglaterra, Dinamarca, Noruega, Lituania, entonces todos estábamos en la misma situación y nos tratábamos de sentir cómodos entre todos; y con los directores técnicos también, ellos siempre te dan la confianza, te exigen y te entrenan al máximo de tus capacidades para que puedas rendir de buena manera”.
-¿Cómo es el nivel comparado con Chile? “Es mucha la diferencia. Por ejemplo, en la cancha, yo podía ir a las 6 de la mañana a lanzar si yo quería. O, en infraestructura, poder estudiar y tener un gimnasio o un preparador físico que estén pendientes de ti en todos tus movimientos, te hace mejorar y creces de una manera impresionante. Los horarios de entrenamiento llegaban a ser 4, 5 ó 6 al día y teniendo clases después. Eso acá en Chile prácticamente no se puede hacer”.
-¿Ha afectado en tu juego el hecho de que en Chile marcabas diferencias con tu estatura y allá no? “Me costó entrar en ritmo, porque es otra velocidad, es mucho más intenso. Pero después, cuando ya entrenas y te vas acostumbrando a ese tipo de nivel, vas encontrando la forma de destacar y jugar mejor”.
ESTUDIOS
-¿Cómo te ha ido en la universidad?
“Bien, pasé todos mis ramos. Allá, en el sistema educativo, se trabaja con muchas pruebas finales, entonces las últimas semanas eran las más agotadoras, porque tenías que estudiar todo lo que pasaste en el semestre en cada ramo. Algunas materias fueron más tediosas que otras, pero las pasé todas”.
¿Cómo compatibilizas el tema de los estudios con los entrenamientos?
“Nosotros tomamos los horarios que queramos, pero siempre nos dicen que cierta hora la dejemos libre porque tenemos que entrenar. A veces igual se hacía complicado, porque tenía varias clases durante el día y en la tarde tenías que volver a entrenar. Pero la facilidad es que está todo ahí mismo. De hecho, yo vivía en la misma universidad, entonces todo se hacía más fácil. Es cansador y sacrificado, pero no me desmotiva, todo lo contrario: yo me siento feliz de estar donde pueda estudiar y entrenar hartas horas al día, poder mejorar y sacar una carrera universitaria”.
¿Echas de menos a la familia?
“Sí. A mi hermano, a mi papá, a mi mamá, a mis tíos… Es difícil en un momento, pero son los sacrificios que te llevan a tener cosas mejores. Eso es lo más difícil, el resto no me ha costado para nada”.
-¿Cuál es tu relación con la selección chilena?
“En agosto tenemos un Sudamericano U21 (sub-21) al cual estoy nominado. La selección siempre la tengo presente, pero lo primero son las obligaciones universitarias. Esa es mi prioridad ahora, pero siempre me va a gustar jugar por Chile”. NBA
ç -¿Te gustaría llegar a la NBA?
“Sí, pero no es algo que me quite el sueño. Más me gustaría jugar en Europa. Si se da la posibilidad, yo la tomaría, pero mi sueño principal es irme a algunas ligas europeas. La NBA no la veo lejana, pero no es mi objetivo principal”.
-¿Por qué no la ves lejana? ¿Crees que el nivel no es muy diferente a la NCAA? “No es tan diferente. Sí se necesita la exposición para estar en los equipos de la NBA y, bueno, un nivel mayor. Pero he jugado con varios jugadores que han ido a la NBA y siento que no es mucha la diferencia que existe entre mí y los jugadores a los que he enfrentado, pero es más que nada la forma en la que ellos se siguen desarrollando en sus entrenamientos y estando en programas donde los exhiben más para llegar ahí”.
-¿Qué es lo que te motiva de Europa?
“Siempre he sido seguidor de muchos jugadores argentinos que se van a Europa. Siento que me acomoda más a mí. La liga alemana es buenísima, también la española, la francesa… Tengo varios compañeros que va a jugar allá. Es un básquetbol más colectivo. Todo va dependiendo de cómo desarrolles los diferentes tipos de juego, porque la NBA es más físico y más espectáculo”.
ESPAÑOL
-¿Qué opinas del descenso de Español?
“No me viene ni me va, lamentablemente. Yo no le debo nada a Español. Todo lo que he crecido y me he formado, es gracias a mi papá. Sí recuerdo haber pertenecido cuando chico. Es triste ver cuando el equipo de tu ciudad está descendido. Tengo muchas afinidades con jugadores que están en el plantel, con algunos somos grandes amigos. Sé que muchos de ellos tienen mucho amor a la camiseta y van a hacer todo lo posible para volver (a Primera División), pero a mí, la verdad, no es algo que me quite el sueño”.
-¿Qué consejos le darías a los niños y jóvenes que también aspiran a jugar en EEUU y llegar lejos? “Es fácil decirlo. Yo también decía ‘quiero llegar a Estados Unidos o a la NBA’, pero no hacía cosas para que eso sucediera. La vida es de mucho sacrificio y si un niño me dice que quiere irse a Estados Unidos, lo primero que le diría es que se entrene lo más que se pueda acá, que busque más horas de entrenamiento, no solo en su club deportivo, porque el nivel y la exigencia allá es mucho mayor, y si uno quiere llegar bien preparado a dar el salto, uno tiene que estar bien en todo ámbito acá y después ir para allá”.
Fuente: DIARIO EL CENTRO
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