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lunes, 29 de julio de 2019

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Manuel Zúñiga, figura en Adesup: que nadie te diga que el aro queda demasiado lejos

Con solo 1,63 metros de estatura, el estudiante de Nutrición y Dietética de la Udla es, hace rato, uno de los valores más destacados del cesto universitario. El “Toto” fue clave en la reciente clasificación al Nacional de Punta Arenas, derrotando en la final del Bío Bío a la UdeC.
Entra Udla a la cancha y Manuel Zúñiga llama de inmediato la atención. Es, por lejos, el más pequeño de todos. “Con mi estatura, ni siquiera debería estar jugando básquetbol”, cuenta el armador de 1, 63 metros. Pero todas las pelotas pasan por sus manos, abre a Silva, profundiza a Mijares o intenta un triple que cae perfecto en la red. Lo respetan. El “Toto”, que siempre admiró a Allen Iverson, se hace gigante frente al aro. Terco, porque de niño más de alguien le dijo que se dedicara a otra cosa.

De esos inicios, en su natal Chiloé, cuenta que “nunca quise ser del montón y los profesores me ayudaron a desarrollar otras cualidades: ser más rápido, manejar bien el tiro de tres puntos, aprender a moverme. Varios me dijeron que el básquetbol no era lo mío, que era muy chico, y cuando uno parte igual te afecta un poco, pero entrando a la cancha se me olvidaba. Ahí hacía lo mío y me divertía. Ahí dejo todo por mi equipo”.

Muchos de sus amigos preferían la pichanga de fútbol. A Manuel no le entretenía tanto. “En Castro se vive mucho el básquetbol, a la gente le gusta y se repletan los gimnasios. En el sur es así. Yo veía eso y soñaba con jugar un clásico Castro contra Ancud, con tres mil personas aplaudiendo. Mi familia es muy del fútbol y el básquetbol, así que me apoyaron siempre en esto, sobre todo, en los viajes cuando estuve en preselecciones U18. Ahí gané mucho roce, experiencia”, recuerda.

Y siempre supo cuál era su puesto en la cancha. Zúñiga apunta que “por estatura, tenía que ser de armador. Ahí puedo desarrollar bien todas mis habilidades y ser útil al grupo, que es lo más importante en este deporte. Actualmente, soy capitán de la Udla y ahora que pienso por qué me eligieron, creo que es por lo que uno transmite, por la confianza que te tienen tus compañeros y porque en la cancha sabes dónde se posiciona el resto y puedes ser algo así como director de orquesta. También por lo que uno aporta en lo emocional. A veces hay que echarse el equipo al hombro, pero entre todos”.

Rival de siempre
Manuel cursa cuarto año de Nutrición y Dietética en la Udla. Es su segunda carrera, pues antes sacó el título de Preparador Físico en la U. Santo Tomás de Valdivia. Cuando estaba allá, jugando para Deportes Valdivia, lo llamó el profesor Lincoyán Villacura y le dijo que se viniera a Concepción.

“En Valdivia juegas entre tres universidades, pero en Concepción son muchas y el nivel es altísimo. Es súper motivante. Le dije a mis papás y me apoyaron de inmediato. Acá quiero ser campeón nacional, mi gran sueño. Para eso entrenamos de lunes y viernes y formamos una familia. Eso somos”, dijo.

Y la final de Adesup 2019 local, buscando el boleto al Nacional de Punta Arenas fue un partidazo, épico y contra el rival de siempre: UdeC. El “Toto” narró que “ellos estuvieron todo el encuentro arriba en el marcador, partimos 10 puntos abajo en la primera parte y se veía todo muy difícil. Los que entraron desde el banco fueron muy importantes. Lo ganamos porque cada uno de nosotros estaba muy comprometido en lo que tenía que hacer y defendimos muy bien. Aparecimos en los momentos claves y terminamos con una victoria importante. Son esos partidos que te dejan feliz”.

Fue 75-68 para la visita, Udla, y su capitán expresó que “nos anotaron solo 7 puntos en el último cuarto y eso es un reflejo de lo bueno que hicimos como conjunto. Sobre todo, con el equipazo que tienen ellos. El año pasado fueron campeones nacionales y justo nos tocaba ahora en la Casa del Deporte, aunque siento que fue más presión para ellos. Tenían la responsabilidad de ganar, como locales y campeones actuales. El 2015 también ganamos en ese gimnasio y es especial”.

Sobre esta sana rivalidad, por todos conocida, señaló que “el 2015 les ganamos la final en su casa; el 2016 la perdimos, pero los superamos en el Nacional y fuimos terceros de Chile; el 2017 y 2018 nos ganaron ellos. Es una competencia que motiva, porque sabemos que en el partido contra ellos nos jugamos la temporada y para la UdeC también es así. Pero más allá de eso, somos todos amigos, hemos jugado juntos en clubes y viajamos juntos a algunos torneos. Imagínate que con nosotros juega Diego Silva, que es figura de la UdeC en el equipo profesional”.

Y ahora va por el premio grande, pero el “5” de la Udla siempre prefiere hablar del grupo. “Nuestra gran fortaleza es la unión, lo bien que nos conocemos. También hay un trabajo desde la universidad, ayudando mucho con las becas deportivas, poniendo un preparador físico de calidad, como Marcelo Tapia. Gracias a él se ve un equipo explosivo, rápido e intenso para defender. También hay mucho del técnico para ir trabajando los jóvenes que recién se están integrando y sumándolos a esta familia. Por todas esas cosas nos hacemos fuertes”, sostuvo con orgullo.

Fuente: Diario Concepcion

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