Municipal Español de Talca ganó la Conferencia Centro y, de paso, sacó pasajes a la final de la Liga Nacional de Básquetbol. Los del río Claro se encontrarán con Osorno, que se impuso en la zona sureña
Hay que tener temple parar superar las adversidades. Más aún cuando se está a un paso de pelear por cosas importantes. Mientras los jugadores de Municipal Español de Talca preparaban el partido que debían disputar anoche, sufrieron el robo de sus pertenencias en uno de los camarines del gimnasio Cendyr Sur (ver página cuatro).
Pese a aquello, el plantel se recuperó y prueba de ello fue la contundente victoria que le propinaron a Los Leones (89-83) del desconcertado técnico Claudio Jorquera. Así, los talquinos abrocharon el título de la Conferencia Centro y, de paso, firmaron boletos a la final de la Liga Nacional, certamen en el cual registran dos coronas (2010 y 2012/2013).
El Quijote deberá medirse frente a Osorno, en una llave que se disputará a un máximo de siete partidos. Los lecheros tienen la ventaja de campo, pero los del río Claro ya han superado esa misma franquicia que tenían Universidad de Concepción y Los Felinos.
ROMPIENDO
A estas alturas no se saca mucho con analizar en profundidad lo que fue la sexta brega. Lo concreto es que los ibéricos se impusieron 4 a 2 en el global, gracias a la buena lectura del partido que tuvo el banco de los dueños de casa.
Los Leones fueron castigados desde varios ángulos. Mc Combs fue amo y señor de los tableros, teniendo en cuenta que colocó 28 puntos, 9 rebotes defensivos y 7 ofensivos. Incluso, se matriculó con un triple y cuajó un 58% de los tiros de campo (10 de 17). El estadounidense fue un problema sin solución para los de la Región de Valparaíso, durante toda la serie.
Los de la ciudad del Sol también pagaron caro no colocarle freno a un punzante Pablo Barraza, que potenció el ataque con sus 16 enteros. El brillante desempeño del talquino fue complementado con la sapiencia de los hermanos Samuel y Francisco Bravo, además de la muñeca certera de Eduardo Sepúlveda y el trabajo del estadounidense Decorey Jones.
También, se debe reconocer la labor colectiva que estuvo acorde con las circunstancias del juego. Es decir, los anfitriones no arrugaron e hicieron sentir el peso de ser locales, teniendo en cuenta que el apoyo del público bajó a la cancha desde las graderías.
APARTE
Los nombres y lo oneroso de un plantel no son sinónimo de títulos. Los Felinos conformaron un gran conjunto, pero se encontraron con un Quijote con hambre de triunfo. Los españoles corrieron bien la cancha y plasmaron una intensidad que el rival no soportó. El técnico hace bien su pega, pero también merece aplausos el preparador físico, que tiene volando a un elenco que anoche mandó en todas las facetas.
Esto fue lo que pasó y los de Quilpué deben tener clara la película sobre las razones que los dejaron en el camino. Hay una que no tiene mayores explicaciones. A los talquinos no les temblaron las piernas en los momentos más calientes del partido. Merecido triunfo, por donde se le mire.
Iván González
Diario El Centro
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