Luis "Caco" Suárez nació el 23 de febrero de 1948. Como jugador de básquetbol paseó el nombre de Chile en el exterior como pocos, es por eso que algunos vecinos están pidiendo que el gimnasio Fiscal ancuditano lleve el nombre de quien fue campeón de la Dimayor con Deportes Ancud en 1987.
A los 70 años este amante del deporte está radicado en la comuna del Pudeto disfrutando de los partidos que juega su hijo Sebastián en ABA Ancud y recordando las gloriosas jornadas donde defendió a la "Roja" y consiguió uno de los logros más importantes de la historia cestera nacional, que no cualquiera puede decir, venciendo a la poderosa selección de Brasil, hazaña que después de 40 años no se ha vuelto a lograr.
"Empecé a crecer y llegue a 1,90 metros a los 15 años y mi primer partido lo hicimos en Valdivia con los juveniles. Después don Erick Bermúdez que en paz descanse, me llevó a la Universidad Católica en Santiago cuando tenía recién 17 años. Después jugué por Bata y posteriormente, años después jugué por Famae y le ganamos a la Unión Española que veíamos que ningún equipo le podía ganar", relató.
-¿Dónde estudió en Ancud?
-Primero estudié en el Seminario (Conciliar) y después en el Liceo Domingo Espiñeira Riesco y allí terminé mi cuarto humanidades que se llamaba en ese tiempo. Los clásicos escolares eran espectaculares y mis viejos no me dejaban jugar básquetbol pero yo me arrancaba y me iba al gimnasio antiguo (municipal) y que hoy está la Cruz del Sur. Había clásicos espectaculares del Liceo, Seminario y Escuela Normal.
-¿Cuál es su opinión del básquetbol actual?
-Yo siempre lo he dicho, antes se jugaba por el amor a la camiseta y eso yo lo tengo claro. A lo mejor muchos jugadores se van a enojar, pero ahora es la plata, a nosotros nos pagaban muy poco y mi primer sueldo fue de 100 mil pesos de esos tiempos, fue cuando salimos campeón en 1987 en Valdivia, por lo menos yo lo encontraba poco. Eso si ahora hay jugadores más altos que antes y pagan más.
-¿Cuál es la opinión de su hijo que está jugando en Ancud?
-Bueno, yo lo inicié cuando vivía en el predio Bellavista, le compré un aro en Sparta, le compré dos pelotas y de chiquitito empezó a jugar. Después se fue a Estados Unidos, estuvo cinco años y estudió Comercio Exterior, algún día lo van a llamar para trabajar allá o en Chile. Pero estoy contento porque ha andado muy bien, salió goleador en Valdivia con 700 y tantos puntos y el mejor jugador de Chile.
-¿Le gustaría que su nombre lo lleve el Fiscal?
-Lo supe hace poco, creo que Juan Carlos Viveros comenzó con eso, pero no sé quién lo determina. Me gustaría porque soy el único chilote que ha tenido más sudamericanos (7) y no hay otro (ríe). A mí me gusta Ancud y acompaño al equipo pierda o gane.
Fuente: La Estrella de Chiloe
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