El descanso del guerrero. Así se podría definir la situación del ex técnico del Club de Básquetbol Puerto Montt, Carlton Johnson.
El lunes, la directiva le notificó su destitución, una noticia que lo golpeó en su momento por lo sorpresiva de la decisión, porque asegura que aún le quedaba cuerda para seguir en la institución y que lo que menos guarda son rencores de la entidad que lo cobijó durante los últimos tres años.
Destaca que aunque lamenta la medida y su alejamiento del CEB, apunta que le servirá para aprovechar a la familia y tomarse un descanso, que reconoce se merecía "hace tiempo".
- CJ: ¿Te vas sentido del CEB Puerto Montt?
-Ha sido un momento difícil, porque cuando asumí para aceptar este desafío, la idea era llegar hasta el final. Sin embargo, en los últimos meses tuve episodios para bajar la cortina, porque me daba cuenta que no estaba cumpliendo, entregando lo mejor para que esto resulte.
-No estabas cómodo....
- En los últimos seis partidos no me sentía a gusto, no con los jugadores ni la afición, sino con el ambiente que reinaba, las suspensiones, las lesiones y temas con la directiva. Había un ambiente enrarecido que provocó el que hace un mes supiera que el club estaba conversando con un técnico amigo. Y el mismo me llamó para consultarme: '¿Qué pasa CJ?' Yo le contesté que no sabía, pero cuando me dijo que estaban sondeando a un reemplazante, me afectó y sentí deslealtad de la directiva hacia mi trabajo, pero seguí trabajando de manera normal y tratando de sacar esto adelante.
-Se habló también de roces al interior del plantel.
-Hubo un problema puntual con un jugador y lo hablé con él, por que lo sentía desorientado, pero se conversó en ese instante; nada que haya desencadenado en un problema mayor.
- ¿Tuviste algún problema médico relevante?
- Jamás mi salud tuvo que ver en la decisión. Lo que pasó es que me sentía mal y cuando me dio un resfrío no me cuidé, lo que generó que el ritmo de mi corazón cambiara, con mayores pulsaciones. Los dirigentes me consultaron y les comenté que me sentía cansado, pero exclusivamente por esta situación; por eso, lo descarto.
- ¿Se cortó el hilo por lo más delgado?
-Lamentablemente, nuestro ciclo es así. Es desagradable, pero aquí no hay rencor, aunque tenía muchas ganas de terminar nuestro proyecto. Con respecto a las razones de mi despido, se me comunicó que era por resultados, pero esta justificación no me satisfizo. Yo sabía que aunque estemos últimos, siempre tuvimos tres o cuatro partidos menos que los demás y si ganábamos a Talca y la U. de Concepción, subíamos al tercer puesto.
- ¿Sentiste presión cuando los resultados no se daban?
- Puede ser. Supuestamente, se me comunicaba que había mucha presión de la autoridad (alcalde Paredes). De hecho, cada vez que perdíamos uno o dos partidos, me hacían ese comentario, de que el Concejo estaba pendiente de la campaña, porque eran los principales patrocinadores. Me cuesta creer esto.
-¿Cómo le irá al "Loco" Iglesias?
- Nos conocemos por muchos años, él conoce el medio y los jugadores que están. Él puede cumplir con los objetivos que trazados. Y deberían entrar, como mínimo, en el cuarto lugar y llegar a las semifinales de los playoff.
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